miércoles, 31 de agosto de 2011


Me siento tan pequeñita detrás de esa gran puerta. Me tiemblan las rodillas y agarro fuertemente mi camiseta para no temblar yo entera. A través de una rendija puedo ver lo que hay detrás, pero me da tanto miedo atravesarlas, me da tanto miedo soltar mi camiseta para poder darle el empujón necesario a las dos gruesas láminas de madera que componen la puerta por si la habitación da muchas vueltas y vuelvo a caerme.
Aun así, espero, pequeñita y temblorosa a que seas tú quien abra la puerta y me encuentre escondida.
Como jugando al escondite en donde no se sabe muy bien quien la Lleva, si tú o yo.
Aun, sin dejar de mirar la rendija, espero que seas tú el que me busque.

viernes, 26 de agosto de 2011

No tuvo que acercarse mucho para que la elfa la reconociera. Aun así no se movió. Se quedo quieta, totalmente enderezada intentando imponer con su altura y esbeltez.
La sombra encapuchada se paro. Tampoco hacía falta que se quitara la prenda, total, su aura era reconocible. La elfa, torció el gesto en desaprobación. La encapuchada mostro su rostro con rapidez mientras hacía aparecer una daga en un fogonazo de fuego negro y apuntaba al cuello de la chica. Está, ni se inmuto. Solo se movió para apartar un poco la cara ante el filo.
-No me mires así…
Siseo con voz suave pero imperiosa. La elfa, suavemente aparto la mano de su maestra. Aun hoy se pregunta de dónde saco esa fuerza, de donde saco la serenidad que la hizo quedarse allí plantada mirándola con el dolor de quien se siente defraudado.
-No hay otra mirada para ti… -Por primera vez, era ella la madura, era ella quien debía moverla al camino correcto, o por lo menos intentarlo- Deja de jugar con las armas, no eres mas valiente por blandirlas, al contrario, eres más cobarde por luchar contra todo, frenando todo lo que puedas llegar a sentir o hacer. Es el momento de dejarlas, dar un paso y por primera vez dejar todo suelto sin miedo.
La daga comenzó a temblar en las manos de su portadora, pero los ojos de esta aun tenían un brillo amenazante y un rostro pétreo.
-Angell, no eres más fuerte por no dejarte querer. Solo eres más infeliz.
Angell se volvió a tapar con la capucha e hizo desaparecer la daga. Comenzó a andar pasando por al lado de Eáranë:
- Te echaba de menos, princesa malcriada.
-No soy princesa- Murmuro cuando estaban en la misma altura- Soy reina.
Angell rio suavemente. Acababa de demostrar quién era ahora la sabia, la madura y la valiente. Porque había que ser muy valiente para llevarle la contraria a una mujer desesperada.

jueves, 25 de agosto de 2011

Porque no creo en los cuentos desde hace tiempo, es obvio que la bestia se comió a la bella en cuanto esta piso el castillo.
Peter pan olvido a campanilla al ver a Wendy.
La bella durmiente nunca despertó, un coma dado por pastillas de todos los tipos no es muy bueno. El príncipe pronto decidió irse con Blancanieves, que jugaba con los corazones de todos los hombres.
Hércules renuncio a su divinidad por una mujer que pronto le engañara con el primer maromo que tenga más grande la cartera que el paquete.
La amiga de Tiana no se alegro por ella, al contrario pronto añadió en su Facebook lo puta que era su amiga. A treinta usuarios les gusto eso.
Caperucita se fugo con el lobo, este la dejo sin dinero y sin bragas en alguna autopista.
No, no creo en los cuentos.
No creo en los finales felices.
No creo en la humanidad, hace tiempo que deje de hacerlo.

viernes, 19 de agosto de 2011

Perdóneme padre porque he pecado…
… He dudado ante la tentación. Rozar con mis manos lo que tanto anhelo y jugar con mis dedos ante el pecado.
Saltar el acantilado que me haría por unos segundos libre mientras caigo rozando las nubes y la inmensidad del cielo para luego sentir en mi carne las afiladas piedras de la realidad y el dolor.
Perdóneme padre porque he pecado, porque quiero y no puedo, porque no debo y deseo.
He pecado padre.