domingo, 17 de junio de 2012

Mi vida


He escuchado la canción tantas veces que he podido llegar a aprendérmela de memoria en poco tiempo.
Puedo reconocerla en cualquier sitio aunque suene de fondo, oculta entre gritos o risas.
Buscar el porqué de todo esto, pensar por un momento que de verdad esa canción es para mi. intentar irme por otro camino pensar otra cosa, en la decepcion por ejemplo, centrarme en ella como si fuera una mano en una tormenta.
Pero, como si me conociera tan bien el camino de la tempestad vuelvo a ella, a escucharla de nuevo.
Suspirar.
Se que es una tontería, no soy tan importante.
Vuelve a sonar, volver a sentir como que esa letra es mía. Un dolor punzante en el pecho es lo que me hace reaccionar, querer gritarte la letra de esa canción y negar todo, volver atrás para que nada hubiera ocurrido.
Todo en vano, pienso en este verano, en la solución que me tiene que dar.
Total, una canción no es un buen testigo en un juicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario